[HM] Mis sábados no son como antes.

Inolvidables aquellas tardes de día sábado, en la que junto a compañeros del colegio, paseábamos por las céntricas calles de Concepción, y veíamos a jóvenes de nuestra misma edad, cargando pesadas mochilas y vistiendo uniforme, característico de algún liceo/colegio de aquél sector. Nuestras risas eran inevitables, nuestras burlas, imparables y los momentos de diversión que lográbamos con todo esto, eran infinitos. Era como ir a un circo y reírse de lo estúpidos que son los payasos.

Pero lamentablemente, la vida te puede golpear y de la noche a la mañana, puede dar un giro de 360º; el día puede estar muy claro, pero en un abrir y cerrar de ojos, la noche, la oscuridad y la penumbra pueden invadir el cielo y nos deja completamente vulnerables a lo desconocido.

Todo iba bien, fui a hablar con el jefe de mi carrera para que me asistiera para inscribir ramos, ya que por alguna puta razón, yo no podía hacerlo desde la comodidad de mi casa, sentado en mi berger o disfrutando unos relajantes hidromasajes en mi jacuzzi. El proceso era mucho más rápido de lo que pensé. Solo tenía clases los lunes, miércoles y viernes, sin embargo faltaba un ramo por inscribir y al darme cuenta de eso, pensé «que no sea el jueves o el martes por favor». Puse toda mi energía en aquél pensamiento, para que esos dos días los tuviera libres y se siguieran copando horas de los días que ya tenía clases. Pero el poder de la mente es muy fuerte y hay que saber manejarlo. Precisamente fue asi, los martes y los jueves siguieron intactos y quedaron libres para aprovecharlos de la forma que estime conveniente, pero también siguieron intactos los otros días (lunes, miércoles y viernes). Comienzo a sudar y el temblor de mis piernas demuestra el pánico que me recorre.

Lamentablemente, mi pensamiento se hizo realidad. Lamentable, porque fue al pié de la letra. Aquél ramo, de redes más encima, no se impartía ni martes ni jueves, pero si el sábado…. Mi pensamiento debió ser «que no sea el jueves o el martes y tampoco el sábado«.

Ahora, gracias a mi no-control de mi telequinesis, tendré una maldita clase los sábados. Y esto no termina aquí. La «clasecita», comienza a las 12:15 del día, para terminar a las 16:00. SOLO 4 HORAS SEGUIDAS, NADA MÁS.

Estoy seguro, que tiene que ser el karma, o alguna imbecilidad metafísica o alguna deidad divina que me está castigando o haciendo pagar injustamente por algo que no he hecho.

En fin, mi vida comienza a extinguirse.